martes, 30 de diciembre de 2014

Los hurtos y los actos de vandalismo están dejando K.O. al cuarto pulmón de Sevilla para despedir el año

Día 30/12/2014 - 12.57h

Los hurtos y los actos de vandalismo están dejando K.O. al cuarto pulmón de Sevilla para despedir el año

«Si estos robos se hubiesen producido en verano sería alarmante, no se podría regar en todo el parque», afirma uno de los trabajadores deParques y Jardines que a diario cuida, «como podemos y con lo que nos dejan», el cuarto pulmón de la ciudad. El parque Amate está siendo víctima este último mes del 2014 de una oleada de robos y vandalismo que está pasando factura a todo el recinto.
Desde que comenzó diciembre, los empleados del parque han contabilizado hasta cien bocas de riego sustraídas -cuyo precio asciende a 60 euros cada una, aproximadamente-. «Son de hierro y metal. En el mercado negro se deben de vender muy bien, así se explicaría que cada fin de semana se lleven entre 20 y 30 bocas», señala. Algunas las arrancan de cuajo y otras las inutilizan al intentar llevárselas. «Un vecino que paseaba por el parque hace dos sábados nos avisó de que había oído golpes de martillo, como si estuvieran partiendo algo». El resultado: 46 bocas robadas sólo en ese fin de semana.
Ahora, cuentan, hay menos perjuicio. «En esta época no se riega, a no ser que sea un año de sequía». Sin estas bocas no se pueden activar los motores para regar. Actualmente, unas válvulas dividen el riego por las distintas zonas del parque. «Si roban bocas de una zona, se puede regar el resto, pero en esta ocasión todas las áreas del parque están afectadas. De ser verano, sería imposible regar, lo que conllevaría que las praderas se secasen en pocos días».
Estos robos se producen durante todo el año. Por este motivo, el Ayuntamiento decidió en verano no volver a reponer las bocas de metal y cambiarlas por otras de plástico. Sin embargo, desde la dirección de Parques y Jardines les han asegurado a los trabajadores del parque que a finales del mes de enero modificarán el sistema de riego actual -de tipo manual, a través de mangueras y cañones de agua- por uno automático por aspersores. Una promesa que lanzó el Ayuntamiento antes del verano.

Vallas y farolas

Pero no han sido las bocas de riego el único blanco de los ladrones. Tras este último fin de semana, los empleados del parque han dado parte delrobo de dos «cabezas» de farolas. Éstas, dicen, «son diana de los gamberros, por eso tenemos protegido el cristal de la ‘cabeza’ con redes metálicas, porque son muy habituales las pedradas».
ABC
Así quedó una de las farolas del parque, sin la «cabeza»
Por otro lado, a finales de octubre se pudo recomponer por completo el vallado del área destinada a los perros, que había sufrido una treintena de robos entre el verano de 2013 y el de 2014. «En julio se llevaron unos quince tramos de valla, incluida la puerta del recinto», cuenta. Vecinos de la barriada del Trébol vieron cómo de un vehículo estacionado en la SE-30 salían dos individuos que comenzaron a llevarse las vallas del área canina más próximas a la autovía, tramo a tramo.
Las fuentes del parque también son objeto de robo y del vandalismo. «Cuando no se llevan las llaves de paso, que son de metal, nos las encontramos rotas a golpes. Es una constante. El verano pasado todos los días partían las fuentes, sobre todo la que está junto a la zona de juegos de adultos».

Más seguridad en el parque

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